Pero al final no pudieron.
—Sólo ha terminado el verano, nuestra relación no —había dicho el la tarde en que se marchó—. Nunca terminará.
Pero lo hizo.
Se obligó a aceptar el hecho de que jamás compartirían nada más que aquel verano juntos.
No obstante, el seguía presente.
Mientras hacía todo eso, pensó en él, en el amor que faltaba en la vida de ambos.
No obstante, el seguía presente.
Mientras hacía todo eso, pensó en él, en el amor que faltaba en la vida de ambos.
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