Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del mediodía. Te quiero con toda mi alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos y me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando estamos siento que estás hecho para mí, que de algún modo me lo dicen vos y tu piel, que mis manos me convencen de ello, y que no hay otro lugar en donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Venías todo entero a mi encuentro, y los dos desapareciamos durante un efimero instante, como si todo fuera irreal.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que no te conozco, en que me sos ajeno como si nunca hubieras sido mío. Me preocupo por vos, me preocupo por los dos, me distraen mis penas. Es probable que piense en ti durante mucho tiempo. Ya ves. ¿Quién podría quererte más que yo?
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1 comentario:
la canción de the kooks y la foto que te saqué el otro día jajaja, te quiero mucho malu, quizás nos cruzamos el viernes o nose, un besito! :)
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